Mapa DDHH Sahara
Mohamed Ayach
Respuesta de Marruecos a James Baker (1999):
Establecido en los campamentos de Tinduf.
Versión marroquí recogida en el informe del CCDH-IER (2010):
Mohamed Ayach. Nacido en el mes de septiembre de 1968, en El Aaiún. Fue detenido el 20 de noviembre de 1987 y conducido a un cuartel de las fuerzas auxiliares en BIR que se encuentra en Marsa (El Aaiún). Existen pruebas fuertes de que ha fallecido en ese cuartel.
Documentado en nuestras investigaciones, testimonios de testigos y víctimas (2012):
Mohamed Ayach tenía 18 años cuando fue detenido en El Aaiún el 20 de noviembre de 1987 junto a toda su familia: Salka Ayach (madre), Ayach Huidish (tía), Fatma (prima), Ali (primo) y Lagdaf. Estas detenciones, junto a numerosas otras, se produjeron en el marco de las manifestaciones que acompañaron la visita de la ONU y de la OUA en fechas cercanas.
Según los testimonios de sus familiares detenidos con él y de otros testigos, estuvo detenido en el PCCMI y posteriormente fue trasladado al BIR. En estos centros él y el resto de los detenidos fueron fuertemente golpeados durante los interrogatorios y sometidos continuadamente a torturas. En el BIR Mohamed Ayach fue golpeado con un palo con un clavo por negarse a «dar vivas» al Rey de Marruecos. Según los testigos, el militar que le golpeó se llamaba Ahmed Jtayou. Fruto de esos golpes quedó gravemente herido en el abdomen; estuvo varios días agonizando hasta que falleció en un cuarto utilizado como letrina sin ningún tipo de atención médica. Su madre recuerda los gritos de su hijo desde la celda contigua: «Hubiera preferido morirme que oír aquellos gritos. Mi hijo fue torturado hasta morir. Escuché todas sus torturas, su sufrir me pasa a mi oído, hasta que se murió». El listado publicado por Amnistía Internacional en 1993 fecha su fallecimiento el 30 de noviembre de 1977 (ver Anexo I, caso 2 de El Aaiún). Según algunos testimonios pudo haber sido enterrado clandestinamente junto al cuartel. En 1991 sus familiares fueron liberados, con importantes secuelas físicas y en condiciones de extrema pobreza.
Su madre, Salka, ha rechazado la indemnización ofrecida por Marruecos (290.000 Dirhams) en el marco de las reparaciones de la IER y reclama que le entreguen su cadáver y reconozcan que se trató de un asesinato con torturas.
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