Mapa DDHH Sahara
Introducción
Más de 400 saharauis siguen desaparecidos desde que fueron secuestrados por las fuerzas de ocupación marroquíes además del caso emblemático de Sidi Mohamed Basiri, bajo la exclusiva responsabilidad del Estado Español. En todos los casos, España tiene una responsabilidad directa en estas desapariciones forzadas, por haber fallado a las obligaciones contempladas en la Carta de Naciones Unidas. Así lo dictan los propios tribunales españoles, como el Auto Nº 40/2014 de la Audiencia Nacional de España, donde el Presidente Fernando Grande-Marlaska dictamina que «España sigue siendo la Potencia Administradora del territorio, y como tal, hasta que finalice el periodo de la descolonización, tiene las obligaciones recogidas en los artículos 73 y 74 de la Carta de Naciones Unidas, entre ellas dar protección, incluso jurisdiccional, a sus ciudadanos contra todo abuso, para lo cual debe extender su jurisdicción territorial para hechos como los que se refieren en la querella a que se contrae el presente procedimiento». Ese mismo razonamiento es lo que facilito que la Audiencia Nacional vuelva a pronunciarse, esta vez, reconociendo la verdad jurídica del Genocidio mediante el Auto 1/2015, donde el Juez Pablo Ruz manda procesar a 11 altos mandos civiles y militares marroquíes implicados en las desapariciones forzadas, los asesinatos, la tortura contra cientos de saharauis. Auto que se enmarca dentro de la Competencia Universal, reformada en 2014, y válida casi exclusivamente para el caso del Sáhara Occidental por el cumplimiento del doble requisito exigido: que la víctima del genocidio sea española y que los responsables se encuentran en la jurisdicción territorial española. Además, más de la mitad de las desapariciones forzadas ocurrieron, entre el 31 de octubre de 1975 y el 26 de febrero de 1976, cuando España contaba con una presencia en el territorio del Sáhara Occidental.
Entre las personas desaparecidas, se contabilizan niños, incluso recién nacidos, mujeres y hombres de todas las edades e incluso ancianos. Con estos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, el Reino de Marruecos, ante la mirada indiferente de la potencia administradora (España), buscaba exterminar, o como mínimo aterrorizar, al pueblo saharaui, con la finalidad de apropiarse de los territorios del Sáhara Occidental.
Mujeres como Talia Mohamed-Ali, Safia Abdi Hamadi, Lala Mohamed Ali, Embarka Alina Mustafa, Salca Balal Omra, Neitu Sid Ahmed, Nebguha Mohamed-Malainin Bakay, Lala Mohamed-Fadel Balal, Safia Abdi Hamadi, Ganbura Rahal Bachir, Fatma Cheij Werg, Safia Kenti Bachir, Gaymula Mohamed Lamin, Kaltum Mohamed SidAhmed, Jadiyetu Sidi Musa, Minatu Ali Hami, Nayat Mahmud, Muelmnin SidAhmed Bachir, Maaluma El Husein Mohamed, Jnaza Chbih Abdela, Jdeya Ahmed Suelem, Taufa Daidih Abdelahi, Egbenaha Nayem Bachra, y muchas más, que se convirtieron, de la noche a la mañana, en viudas sin serlo, sin jamás poder rehacer sus vidas, con la tarea titánica de buscar refugio en medio del desierto para sus hijas e hijos, ahora huérfanos, y solas emprender su crianza y educación en campamentos de refugiados. Mujeres y hombres, familiares de personas desaparecidas, esperan hasta ahora con ansiedad, dolor, angustia, tristeza… poder algún día recuperar a sus seres queridos: padres, madres, hermanos, hermanas, hijos, hijas… algunos recién nacidos o de apenas pocos años, como: Abderrahman, Aziza, Bachir, Glana, Hamdi, Luali, Fatma, Mohamed-Mulud, Sidi, Taleb, junto a otros, que nunca reaparecieron.
Desde hace más de 45 años, cuando ocurrieron la mayoría de las desapariciones forzadas, se sigue esperando la hora de revelar la verdad, que se conozca realmente lo que pasó. El reconocimiento del Reino de Marruecos, en el informe del Consejo Consultivo de Derechos Humanos de 2010 y su alegación en respuesta al informe del Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas, de que 351 desaparecidos saharauis murieron, no es suficiente mientras que no se entreguen las pruebas forenses, se identifiquen los cuerpos y se conozcan las verdaderas circunstancias de las muertes. El reconocimiento del Reino de Marruecos, en dicho informe, de que los responsables son parte del ejercito, de la gendarmería, de las fuerzas auxiliares, de la policía… tampoco es suficiente.
Los familiares de desaparecidos y desaparecidas saharauis reclaman conocer la verdad, que se haga justicia y se den garantías de no repetición, identificando a los verdaderos responsables para ser juzgados ante tribunales independientes e imparciales. Se pide también la reparación, individual y colectiva, que incluye el fin de la ocupación del Sáhara Occidental y el goce pleno del pueblo saharaui de su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia, de conformidad con la legalidad internacional vigente.
Solo con el cumplimiento de los derechos, universalmente reconocidos, a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación y, sobre todo, a las garantías de no repetición, se podrá poner fin a tantos años de negación, ocultamiento, y de sufrimiento de las víctimas y sus familiares.
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