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Tribunal de Conciencia contra la violencia sexual hacia las mujeres

durante el conflicto armado

Guatemala

Después de varios años de trabajo, el 4 y 5 de marzo de 2010 se celebró en Ciudad de Guatemala el Tribunal de Conciencia contra la Violencia Sexual hacia las Mujeres durante el Conflicto Armado, promovido por organizaciones feministas, de derechos humanos y víctimas directas, tales como: Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG), Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP), Mujeres Transformando el Mundo (MTM), Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), Asociación La Cuerda, Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), etc. (http://unamg.org/tribunal-de-conciencia).

En el Tribunal, que duró dos días y reunió alrededor de 800 personas, siete mujeres mayas sobrevivientes de violencia sexual cometida durante el conflicto armado (1960-1996) dieron su testimonio. Un octavo testimonio apuntó a la continuidad de esta violencia, que persiste en el marco de los desalojos de tierras ejecutados por el Estado contra comunidades indígenas. Además de los testimonios, por primera vez en este tipo de tribunales simbólicos siete especialistas presentaron sendos informes periciales que analizaron la violencia sexual, su contexto y sus impactos desde distintas disciplinas: Estrategia militar, Género, Psicosocial, Médico, Antropológico, Cultural y Jurídico-doctrinario, todos ellos de alta relevancia  (http://publicaciones.hegoa.ehu.es/publications/279).

El Tribunal constató que durante el conflicto armado la violencia sexual no fue un hecho aislado, sino que formó parte de la política contrainsurgente del Estado dirigida principalmente contra la población maya. El 89% de las mujeres víctimas de violencia sexual eran indígenas. La Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), en su informe Guatemala: memoria del silencio (1996), señaló que la violencia sexual fue una práctica generalizada y sistemática contra las mujeres, si bien no llegó a registrarla en toda su dimensión.

La violencia sexual en Guatemala incluyó: desnudez forzada, violación sexual por una o varias personas, embarazos forzosos, convivencia forzosa con soldados, comisionados militares o patrulleros de autodefensa civil, esclavitud sexual, esclavitud doméstica, etc. (http://ecapguatemala.org.gt/publicaciones/tejidos-que-lleva-el-alma-memoria-de-las-mujeres-mayas-sobrevivientes-de-violaci%C3%B3n). Frente a los obstáculos en el acceso de las mujeres al sistema nacional de justicia, este Tribunal fue un acto político simbólico para romper el silencio y sacar a la luz la verdad de las mujeres sobrevivientes. Además, sirvió para situar la responsabilidad de los hechos no en las mujeres, sino en las fuerzas de seguridad del Estado (https://youtu.be/myYXn9FAfQo). “Ser escuchadas y que la gente sepa que no somos culpables” fue una de las demandas más reiteradas por las mujeres en el proceso de preparación del Tribunal, durante el cual fue fundamental que ellas contaran con apoyo psicosocial, familiar y comunitario. El Tribunal fue un acto por la dignificación de las mujeres sobrevivientes y, junto a otros factores, abrió puertas para que varias de ellas iniciaran el recorrido hacia la presentación en 2011 de la primera querella penal por hechos de violencia sexual cometidos durante conflicto armado, un proceso que culminaría en 2016 con el juicio y la sentencia condenatoria en el conocido como Caso Sepur Zarco.